Hola, soy Perra Layla.
Hasta hacé cosa de un año y medio o así, yo era una perra satisfecha, feliz, con un deber y unas obligaciones que no eran otras que satisfacer a mi Domina Lucia, sabiendo cual era mi lugar y sabiendo que sus palabras con ordenes para mi.
Su voz era pura melodía para mí y sabía como tratarme. Vivía pendiente de cada instante que pudiese tener la suerte de hablar con ella, de escucharla y de oírla feliz y reírse viendo que yo podía servirle para algo. Y eso me daba vida a mi, saber que estaba complaciendo y haciendo feliz a una mujer como ella.
incluso me prostituía dos veces con un cliente para así poder tributarla y que ganase dinero con su perrita.Reconozco que eso me costo hacerlo pero en su dia admiti y cumplí sus ordenes.
Ella era mi Diosa y mi razón de ser
Relato de perra layla arrepentida
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